¡LA SUERTE DE TENERTE!

Llegó el gran día! Un año año más, y ya van 13 celebrando como cada 21 de marzo el Día Mundial del síndrome de Down.

Ilusión, ganas y nervios como el primero año, y es que tengo la gran suerte de trabajar en algo que me apasiona, con lo que disfruto cada día.

Y es que no es para menos, es mucho lo aportado, mucho lo aprendido y mucho lo que me queda por aprender, SI! aprender de ellos, aprender de las personas con síndrome de Down, de sus familias y de su entorno.

Mi verdadera carrera universitaria empezó el día que pisé Down Sevilla allá por el 2006; he tenido la suerte de conocer y ver crecer y a la misma vez yo, a niños y niñas, que hoy son hombres y mujeres que me suben más de una cabeza.

Chicos que te envían un audio por wasap cantándote las mañanitas para felicitarte el santo, adultos que se preocupan por tu salud.

He aprendido a llevar gafas y no solo las graduadas, sino aquellas necesarias para el cambio de mirada, aquellas que te hacen radiografía del interior y te enseñan que si te caes te levantas, que lo importante siempre es haberlo intentado

Disfruto con ellos de espacios formales y educativos, es deber es el deber y tenemos que hacer ver a la sociedad que si se derriban barreras arquitectónicas, de accesibilidad, educativas y sobre todo sociales, las personas con síndrome de Down, llegarán a alcanzar las metas más altas que se propongan.

Disfruto con ellos de tiempo de ocio y vacacionales, poder compartir con adolescentes y adultos el tiempo libre es encarar una verdadera mirada apreciativa

He visto y he sentido forjar auténticas relaciones con sus familias, sentándote con ellas no solamente como profesional inclusiva, si no como parte de su historia educativamente hablando, buscando las alternativas  y orientaciones más acordes y positivas a cada caso.

No puedo olvidar a mis compañeros de batalla, de lunes cuesta arriba pero repletos de nuevos proyectos por ver la luz, persiguiendo siempre la inclusión de la persona con síndrome de Down.
Compañeros que empezaron siendo eso, pero que van incluyéndose en la gran bolsa de la amistad, con los que puedes reír y llorar, cantar y bailar, debatir y seguir trabajando por alcanzar metas, proyectos y nuevos aprendizajes

Por todo esto y más, puedo decir ¡LA SUERTE DE TENERTE!